Hola patateros! Soy Isabel y esta semana que
termina me ha tocado ser la estrella de mi grupo, “Donde no hay mata no hay patata”, esta
semana nos tocó doble faena, realización de un role-playing e intepretación de
esté. El role-playing nos hablaba del plan de convivencia en un
centro escolar.
La historia que hemos interpretado entre
todas las estrellas, nos narra el relato de un alumno de origen asiático que
sufre el acoso y el maltrato de dos compañeros suyos de etnia gitana. En esta
historia actúan varios personajes que tuvieron cierta relevancia a la hora de
resolver este conflicto; el tutor de los niños piensa que no es para tanto, son
cosas de niños y por tanto tienen que ser resueltas por ellos mismos, también aparece
en escena la profesora involucrada por sus alumnos e indignada por el suceso,
que se lo comunica inmediatamente al jefe de estudios para que tome cartas en
el asunto, el jefe de estudios junto con el resto del equipo directivo;
director y secretario estiman oportuno que lo primero que deben hacer es
concienciar al resto de profesores que
esto ha sido un acoso, que los primeros que deben actuar son los maestros, la
formación del profesorado, es primordial, para poder solucionar mejor los problemas
de convivencia que se plantean hoy día en las escuelas, como por ejemplo la realización de cursos contra el acoso,
campañas para sensibilizar a familias y alumnos , excursiones de convivencias
y otras actividades relacionadas con el maltrato y el acoso para que esto no
vuelva a suceder.
Como cada centro escolar posee un plan de
convivencia escolar, cuando se da un caso de acoso escolar o violencia, lo primero
es observarlo, realizar una investigación profunda del caso, intervenir,
comunicarlo a las familias y al resto de alumnos para que no vuelva ocurrir y
finalmente el equipo directivo y consejo escolar evaluar para poder seguir
mejorando su plan de convivencia.
Una de las razones más frecuentes de acoso y
violencia es la discriminación de raza y sexo, como en este caso, el niño chino
se siente inferior al resto de sus compañeros y por tanto los otros niños al ir
los dos juntos y pertenecer a otra etnia, lo ven débil e indefenso y se
aprovechan de él. Este caso que hemos representado en clase, se vive cada día
en millones de centros escolares en todo el mundo.
¿Podemos cambiar esta situación?
Por supuesto!! Todos juntos y cumpliendo las normas establecidas
del plan de convivencia de cada centro escolar.
Bueno patateros, me despido una semana más.
Espero que os haya gustado mi entrada y que
por lo menos nos hayamos concienciado todos de este problema que es noticia en
cada telediario semanal y juntos podemos poner solución.
Un saludo, Isabel María Jiménez, (estrellita
flamenca).
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